Es un hecho que no podemos escapar de los números, si te pones a pensarlo, son básicos para nuestra vida diaria, independientemente de tu profesión ¡están en todas partes! No podemos huir de las matemáticas. Aprender a decir la edad, un número telefónico, apuntar alguna fecha especial o hasta las cifras de nuestra cuenta de banco, todo esto contiene números, por ello es de las primeras cosas que aprenderás a decir en otros idiomas, como es el caso del idioma francés.
No temas aprender los números en francés
No podemos negar que, cuando estamos en el proceso de aprendizaje de un idioma nuevo, los números suelen ser un tanto engorrosos al momento de estudiarlos en un idioma nuevo y totalmente diferente a nuestra lengua materna ya que muchas veces no entendemos la composición de la palabra que forma el número, o porque es muy largo si lo comparamos con nuestro idioma original o, tal vez, simplemente no captamos cómo pronunciarlos.
La buena noticia es que el francés es un idioma que pertenece a la familia indoeuropea, más específicamente es una lengua romance al igual que el español, el italiano, el portugués, el rumano y el catalán, entre otras veinte o más lenguas que se derivaron del latín; pero ¿por qué esto es bueno? Pues simplemente por que encontrarás muchas similitudes entre los números en español y en francés, facilitando un poco su aprendizaje.
A continuación, encontrarás algunos consejos que te permitirán asimilar los números en francés del 1 al 100 de una manera más sencilla y te darás cuenta que si razonas cómo están formados, les encuentras una lógica o patrón a seguir y los pones en práctica en tu vida diaria, más rápido los recordarás, logrando así ir desarrollando tu nivel poco a poco.
Divide y vencerás
Así es, como bien dijeron los grandes conquistadores Julio César y Napoleón dividir nuestra tarea nos ayudará a completarla más fácilmente y con éxito, así como hicieron ellos con los territorios conquistados, es más fácil separar los conocimientos que queremos perfeccionar y estudiarlos como pequeñas unidades. Primero que nada, hay que comprender mejor qué sucede con los números e ir trabajando sobre esto.
Primero que nada, estudia y aprende la numeración del 1 al 16 ya que estos números son todos diferentes entre sí y no habrá repeticiones. Fíjate en ellos, a continuación están en orden del uno al dieciséis:
- un
- deux
- trois
- quatre
- cinq
- six
- sept
- huit
- neuf
- dix
- onze
- douze
- treize
- quatorze
- quinze
- seize
Pero ¿Qué pasa con los siguientes? ¿son difíciles? No, ¡al contrario! solo es necesario decir primero la decena (dix) y agregarle el número que necesitamos uniendo ambas palabras con un guion:
- dix-sept (17)
- dix-huit (18)
- dix-neuf (19)
- Y el 20 se llama vingt.
De aquí en adelante puedes retomar el paso que utilizaste con el número 17, pero para hacer el 21 vamos a agregar la palabra “et” (y) entre ambos números quedando: “vingt-et-un”
Sabiendo este pequeño truco, ahora deberás enfocarte en aprender el número de cada decena, es decir:
- 30 (trente)
- 40 (quarante)
- 50 (cinquante)
- 60 (soixante)
Entonces podrás comenzar a combinar los números poco a poco como se explicó anteriormente, no olvides que para decir el primer número después de la decena deberás agregar el “et”: 31 = trente-et-un, no obstante, con el resto ya no será necesario, por ejemplo, 42 quarante-deux, 53 cinquante-trois, etc.
Es indiscutible que la numeración tiende a ser muy repetitiva en cuanto a su formulación, sin embargo, siempre hay algunos detalles o excepciones que nos cuestan trabajo recordar o asimilar, como es el caso del 70, el 80 y el 90.
Para estos números en particular la recomendación es pensar de esta forma: 60 + 10 = 70 (soixante dix), 60 + 11 = 71 (soixante et onze), 60 + 15 = 75 (soixante quinze), 60 + 19 = 79 (soixant-dix-neuf), si te fijas bien, tomamos el número sesenta y le vamos agregando el diez, once, doce, etc. En cuanto al 80 deberás pensar en 4 veces 20 = “quatre vingt”, 4 veces 20 + 1 = 81, 4 veces 20 + 2 = 82 y para el 90 recuerda que son cuatro veces 20 más 10 = “quatre-vingt-dix”.
¿Ves? ¡Te dijimos que no hay manera de escapar de las matemáticas!
Juega con un memorama de números en francés
Si tienes un poco de tiempo libre, intenta hacer un memorama de números en francés que te ayudará a recordar más fácilmente la relación entre los números y cómo se escriben.
Para esto, puedes utilizar fichas bibliográficas y en cada tarjeta escribir el número con dígitos con un color y en otra cómo se escribe en un color diferente y debajo hasta podrías incluir su pronunciación en otro color o en una tarjeta diferente.
De este modo podrás tener tarjetas con números en francés del 1 al 10, del 11 al 20, del 21 al 30, etc e ir uniendo los pares o las tercias de diez en diez. Cuando te sientas más confiado ahora sí puedes mezclar todas las tarjetas y tratar de emparejar todos los números del 1 al 100.
Esta es una manera muy dinámica de aprender, los juegos son estrategias implementadas ampliamente en todo el mundo en la enseñanza de lenguas extranjeras, ayudando a desarrollar la comprensión y crear un vínculo entre lo visual, lo auditivo y lo lúdico.
La pronunciación es crucial
Si ya comenzaste a estudiar francés, seguramente ya te habrás dado cuenta de que hay algunas reglas básicas en cuanto a la pronunciación. Estas reglas también se aplican a los números y si logras dominarlos podrás utilizarlos como ejemplos cuando veas palabras más avanzadas que tengan combinaciones similares de letras.
Es importante recalcar que el francés, al contrario del español no es una lengua fonética, esto quiere decir que cuando pronunciamos las palabras en francés no vamos a leerlas de la misma forma en la que están escritas. Comenzando con esto veamos algunos ejemplos:
Muchas veces la E no suena, a menos que la vocal tenga una tilde aguda (é), en cuyo caso va a sonar como la decimos en español. La S y la X generalmente tampoco se dicen cuándo se encuentran al final de la palabra, pero recuerda que hay excepciones. Como ejemplo tenemos la palabra “plus”, cuando la usamos en una operación matemática o cuando queremos decir “más”, sí vamos a pronunciar la S, pero esta letra no se pronuncia si lo que queremos es decir una oración negativa ni cuando lo usamos como comparativo o superlativo.
En el caso de la X y los números en francés, la pronunciaremos como si fuera la letra S: 6 = six = sis, 10 = dix = dis.
El caso de la R es tal vez uno de los más conocidos puesto que su particular pronunciación es uno de los rasgos característicos de esta lengua. La R en francés es una consonante gutural, lo cual quiere decir que la pronunciamos con la parte posterior de la garganta, y esto le proporciona un sonido un tanto oscuro y “gangoso” (como cuando tienes gripe) y suele resultar difícil a usar esa parte de la garganta ya que no lo usamos tan frecuentemente en español. Es posible que se te facilite pensar en la R como si fuera una G.
No debemos olvidar ni dejar de lado las vocales nasales, esas también te recordarán un poco a cuando estás resfriado y estas son muy simples de recordar. Combinaciones de letras como en, in, un, an van a sonar todas como si dijeras “an” con un resfrío, envía el sonido hacia tu nariz, sentirás como vibra la parte trasera de esta. En el caso del número 5 sonaría “sanc”.
El número 2 en francés es “deux” (la letra E no suena y la X tampoco, así que la pronunciación es sencilla DU con la U con un pequeño sonido de i); después, el 30 es “trente” (la combinación de las letras EN sonará como AN como vimos anteriormente), si queremos decir 32 será “trente-deux” = trANte-du
Intenta ahora pensar en cómo sonarán los siguientes números 33, 34, 40, 69, 84, 98, 100 utilizando los tips que te dimos anteriormente. Puedes apoyarte al inicio escribiendo literalmente cómo suenan, recuerda que puedes encontrar grabaciones de nativos diciendo la numeración en toda la web.
La práctica hace al maestro
Adicional a estos consejos, recomendamos que toda vez que vayas a utilizar un número trates de pensarlo en francés, así es, imagínate que vas al supermercado y tienes una lista de 20 o 30 diferentes productos que debes de comprar para tu despensa de la semana, en la tienda tienes un sinfín de momentos en los que puedes aplicar tus conocimientos:
- Lee los precios de los productos en tu mente en francés, incluso, si no te importa que la gente te escuche repitiendo la numeración en la lengua francesa, puedes decirlos en voz alta.
- Revisa la etiqueta y ve las calorías y contenido nutrimental, encontrarás bastantes cifras que puedes leer en francés.
- ¡Haz la suma de tu compra en francés! Para esto recuerda que estas palabras pueden ser clave: para sumar decimos “plus”; para restar “moins”; para multiplicar se dice “fois” (4x3 sería 4 “veces” 3) o también puedes decir “multiplié par”; para dividir utilizamos “divisé par”.
- La cantidad de producto que contiene un envase también puedes leerla en francés.
Así que, como te das cuenta, hacer las compras es realmente un buen momento para practicar los números, y eso no es todo, en cada situación de tu vida diaria puedes practicar: revisa tus contactos telefónicos y practica decir los números de tus amigos en francés; apunta tus citas importantes en francés; revisa tu estado de cuenta y fíjate en los gastos que has hecho, intenta decir algunos de estos números en francés; al levantarte, antes de acostarte o simplemente al ver el reloj, no pierdas oportunidad de usar el idioma. Puede parecer excesivo, pero en verdad, el uso de la lengua en contextos reales te ayudará a una mejor asimilación de los conocimientos.
Todo tiene una razón
A final de cuentas, si no entiendes para qué y cómo vas a utilizar cierto contenido, no podrás recordarlo tan fácilmente. Además, estamos seguros que has escuchado la frase ya un poco trillada “no traduzcas, piensa en el idioma que estás aprendiendo”, pero es una realidad que en el momento que comienzas a pensar en francés progresas más rápido, empiezas a utilizar estructuras, palabras, números casi en automático, como lo haces con tu lengua materna y a final de cuentas, eso es lo que queremos, sonar como nativos y no dudar cada vez que nos comunicamos con alguien en esa nueva lengua que tanto hemos estudiado.