Mitos sobre la innovación de las empresas
Cuando se trata de innovar en nuevos modelos de negocio, no faltan mitos en el mercado. ¿Quién no ha oído alguna vez que sólo las startups o las empresas con muchos recursos pueden innovar? ¿O que la innovación está estrictamente ligada a la tecnología?
Son ideas erróneas que acaban desanimando a empresas de distintos tamaños y segmentos a la hora de innovar. En este artículo, desmontamos diez de los principales mitos relacionados con la innovación en las empresas y mostramos por qué crear nuevos modelos no es tan inaccesible como parece.
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Mitos sobre la innovación en los nuevos modelos de negocio
La innovación suele verse como un concepto lleno de misterio, rodeado de concepciones que pueden disuadir a empresarios y líderes de adoptarla de forma eficaz.
Entender estas falsas creencias es el primer paso para adoptar un enfoque más flexible, ágil y accesible, que permita a cualquier empresa posicionarse de forma competitiva. A continuación, exploraremos algunos de estos mitos.
1 . Innovar es sólo para las grandes empresas
Mucha gente cree que la innovación es un lujo reservado a las multinacionales con presupuestos abultados y recursos abundantes. Sin embargo, las start-ups y las pequeñas empresas suelen liderar la innovación empresarial, precisamente porque necesitan diferenciarse y ser más ágiles en sus operaciones.
Con menos burocracia y ciclos de toma de decisiones más rápidos, las pequeñas empresas pueden probar y ajustar sus ideas con mayor eficacia. Ejemplo de ello son las empresas que han conseguido encontrar nichos sin explotar o reinventar sectores enteros con recursos limitados, que aunque no lo creas, empezaron con equipos y presupuestos modestos.
2. La innovación es sinónimo de tecnología
Otro error común es asociar la innovación exclusivamente con la tecnología. Aunque es un importante motor de transformación, la innovación también puede darse en procesos, modelos de negocio e incluso en formas de gestionar a las personas o de aportar valor al cliente.
3. Necesitas una idea revolucionaria para innovar
Nada más lejos de la realidad. En realidad, la mayor parte de la innovación es incremental, es decir, centrada en mejorar procesos o productos ya existentes. Este tipo de innovación permite a las empresas mejorar gradualmente su oferta, reducir costes o mejorar la eficiencia.
Algunos ejemplos son las mejoras continuas de las líneas de producción o la incorporación de nuevas funciones a productos ya existentes, como las actualizaciones de software, que ofrecen ventajas a los consumidores sin necesidad de crear algo totalmente nuevo.
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4. La innovación es un proceso espontáneo y creativo
Aunque la creatividad desempeña un papel fundamental, es un error pensar que la innovación en las empresas se produce de forma espontánea y sin planificación. Lo cierto es que es el resultado de un proceso estructurado y metódico en el que los equipos identifican problemas, prueban soluciones y las integran basándose en datos y comentarios.
Métodos como el pensamiento de diseño y la innovación abierta ayudan a crear un entorno en el que la innovación puede prosperar de forma sistemática. En lugar de confiar en momentos «eureka», las empresas que innovan desarrollan constantemente procesos para fomentar y canalizar las ideas de forma organizada.
5. La innovación es arriesgada y siempre fracasa
Sería correcto decir que existen riesgos asociados al proceso de innovación, pero dista mucho de ser una apuesta a ciegas. Las empresas pueden mitigar estos riesgos mediante pruebas, prototipos y evaluaciones continuas. La metodología lean startup, por ejemplo, promueve la idea de «fracasar rápido y barato», lo que permite a las empresas validar sus ideas con experimentos de bajo coste antes de realizar grandes inversiones.
Mediante el uso de enfoques ágiles y basados en datos, se mitiga el riesgo y se puede reducir la tasa de fracaso.
6. Innovar requiere grandes inversiones financieras
Uno de los mitos más extendidos en el mercado es que la innovación es cara y está restringida a empresas con grandes presupuestos. Sin embargo, se puede hacer mucho con recursos limitados, especialmente en pequeñas empresas que adoptan la metodología lean startup.
Centrándose en el prototipado rápido, los MVP (productos mínimos viables) y las pruebas de mercado, es posible innovar sin comprometer grandes sumas de dinero.
7. Una idea innovadora garantiza el éxito inmediato
Ni siquiera las ideas más disruptivas del mundo garantizan un éxito instantáneo. La aceptación del mercado puede ser lenta y el momento oportuno es un factor crucial. No es raro que las innovaciones tengan dificultades para ganarse a los consumidores inicialmente, aunque sean técnicamente avanzadas.
El éxito suele requerir tiempo, ajustes y persistencia, a medida que las empresas perfeccionan sus ofertas y educan al mercado sobre las ventajas de sus innovaciones.
8. Innovar significa inventar algo totalmente nuevo
La innovación en la empresa se considera sinónimo de creación de nuevos productos. En la práctica, suele producirse mediante ajustes incrementales de algo que ya existe y así poder darle a los usuarios o clientes una mejor experiencia.
9. Sólo las startups pueden innovar
Existe una idea persistente de que solo las empresas tecnológicas o las startups ultradisruptivas pueden innovar, mientras que las grandes corporaciones son vistas como lentas y enlucidas.
Aunque en algunos casos esto es cierto, muchas organizaciones ya han entendido que necesitan reestructurar sus nuevos modelos de negocio para adaptarse a las nuevas demandas del mercado sin dejar de ser competitivas y relevantes.
Incluso, existe una metodología, Corporate Venture Building, que ayuda a las corporaciones a aprovechar sus recursos e infraestructuras para llevar a cabo innovaciones a gran escala.
10. Innovar aporta beneficios económicos inmediatos
Por último, un gran mito que sigue estando muy extendido: si un nuevo servicio o producto tiene éxito, reportará un rápido rendimiento financiero. Como ya se ha dicho, en muchos casos la innovación tarda en asentarse, ya que requiere adaptarse al mercado, cambiar el comportamiento de los consumidores y madurar internamente.
Las empresas que buscan un rendimiento inmediato pueden sentirse frustradas si no tienen paciencia para esperar el impacto a largo plazo. La innovación requiere persistencia, seguimiento y, a menudo, una estrategia de lanzamiento por fases para lograr resultados duraderos.
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La innovación empresarial puede empezar por tu empresa
A lo largo de este contenido, hemos hablado de varios mitos sobre la innovación en los nuevos modelos de negocio y de cómo hay que entenderlos para allanar el camino a nuevas oportunidades. Ya seas un directivo de una gran empresa o líder de un pequeño equipo, la innovación siempre está a tu alcance.
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