La mayoría de las personas prefieren aprender un nuevo idioma mediante experiencias de la vida real y clases dinámicas en donde se les permita participar e interactuar con sus compañeros y profesores. A este tipo de aprendizaje se le llama aprendizaje social.
Teoría del aprendizaje social
Una teoría que sin duda marcó la forma en que se pueden transmitir conceptos fue la teoría del aprendizaje social, planteada por el psicólogo Albert Bandura a mediados del siglo XX. Según ésta, las personas aprenden mediante el modelado. Es decir, a través de la observación de una conducta o comportamiento de alguien más. Para Bandura, existen 3 formas para que esto suceda:
1. En directo: repetición de una conducta, creencia o actitud observada.
2. Por instrucciones verbales: la persona cambia su comportamiento escuchando detalles o la descripción de la forma de actuar.
3. Simbólico: se da cuando la fuente de conocimiento es la observación de un personaje real o ficticio y que sucede a través de películas, televisión o libros.
Bandura también planteó 4 pasos que tienen que darse para que haya aprendizaje:
1. Atención: el observador involucra su mente en el comportamiento que desea interiorizar.
2. Retención: al recordar y memorizar aquella conducta que se quiere interiorizar.
3. Reproducción: al representar o imitar la conducta tantas veces como sea necesario hasta lograr el nivel que se desea ver al reproducirla.
4. Motivación: debe haber ganas de reproducir el comportamiento adquirido. Si este deseo no existe, el aprendizaje no se completará.
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El aprendizaje social y su utilidad para aprender un idioma
Una de las maneras más efectivas de desarrollar la habilidad de comunicarse en otro idioma es hacerlo como aprendimos a hablar nuestra lengua materna. Lo hicimos de manera natural, escuchando y observando a nuestros padres; imitándolos por un periodo de tiempo extenso, que hacía que retuviéramos lo que íbamos aprendiendo.
De este modo, podíamos reproducir cómo se comunicaban. Si te das cuenta, este proceso es aprendizaje social: observar, retener y reproducir.
Hay una similitud entre los supuestos del aprendizaje social y sus 4 pasos y la teoría sobre la adquisición de una segunda lengua planteada por Stephen Krashen y su trabajo sobre el Modelo de 8 pasos que explica el proceso que el cerebro de los adultos atraviesa al estar expuestos a otro idioma hasta terminar aprendiéndolo.
Según Krashen, estos pasos son:
- Exposición al idioma: sucede cuando escuchamos a la gente que nos rodea hablar otro idioma.
- Procesamiento: ocurre cuando lo que escuchamos tiene sentido y lo podemos asociar con conceptos conocidos.
- Generalización: se produce cuando el cerebro intenta encontrar patrones para crear sus propias hipótesis sobre el uso del idioma.
- Almacenamiento: se da cuando aquellos patrones repetitivos en donde la hipótesis se confirma, se retienen y se guardan en la “bodega” del cerebro.
- Construcción: tiene lugar ante la necesidad de comunicarse, cuando se buscan las piezas para construir el mensaje.
- Producción: se manifiesta cuando el observador verbaliza lo que construyó en el paso anterior con la idea de lograr el resultado que ha visto a otros obtener.
- Resultado: se observa cada vez que se reproduce lo que se ha escuchado y observado a otros decir, esperando obtener un resultado.
- Autoaprendizaje: se logra con base en el resultado que se obtiene en el anterior paso, aprendiendo si estuvo bien o mal para repetir o no el comportamiento.
El Método Berlitz y el aprendizaje social
El Método Berlitz es el mejor exponente de lo efectivos que resulta el seguimiento de estos 8 pasos, que no son otra cosa que la aplicación del aprendizaje social.
Podrás hablar otro idioma observando a otros, imitándolos, prestando atención y construyendo la comunicación, igual que cuando aprendiste a hablar tu lengua materna. Tu cerebro ya lo hizo una vez; tiene el “sistema y cableado” instalado y por eso es la manera más efectiva y rápida de lograrlo.
Con Berlitz tu proceso no solo será efectivo sino también divertido, y casi que sin darte cuenta estarás hablando otro idioma de manera correcta y fluida.
