El reto de definir los objetivos de una empresa
Para que un negocio sea exitoso y preferido por los clientes debe tener claridad en sus metas y los pasos a seguir para alcanzarlas. Sin embargo, saber cómo cumplir los objetivos de una empresa representa un reto para muchas organizaciones y sus directivos.
Se trata de un desafío común para todo tipo de marcas ya que si los objetivos del negocio no son claros o se pretende cumplirlos en tiempos poco realistas, la empresa sufrirá un desgaste de recursos que afectará su operación e ingresos económicos.
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Los objetivos se definen tomando en cuenta:
Misión + Visión: cuál es el propósito del negocio y cómo se ve en el futuro.
Recursos de la empresa: capital humano, tecnología, finanzas activos y pasivos.
Competencia: lo que hacen y harán las empresas en la misma industria.
Factores externos: escenario económico y tendencias globales de consumo, por ejemplo.
Ya con claridad en los objetivos, la organización guiará sus acciones y la de los equipos internos para cumplirlos y así seguir el plan estratégico.
Tipos de objetivos para una empresa
Para trazar un plan efectivo para cumplir los objetivos, es necesario entender que existen diferentes clasificaciones, las más utilizadas y conocidas son:
1 . Objetivos de tiempo
Se establecen pensando en distintas temporalidades.
A corto plazo: abarca algunas semanas o meses, pero no superan el año.
A mediano plazo: se propone cumplirlos de uno a cinco años.
A largo plazo: más de cinco años.
2 . Objetivos por medición
Son los que se pueden medir en términos de crecimiento.
Cuantitativos: se miden con datos y hay evidencia. Por ejemplo, número de productos vendidos o cantidad de clientes atendidos en un determinado periodo de tiempo.
Cualitativos: es una medición subjetiva y sujeta a interpretación. Busca entregar más calidad en un producto o servicio y repercute de manera directa o indirecta en la experiencia del cliente con la marca.
3 . Objetivos según su naturaleza
Están marcados por definir un escenario real sobre posibles resultados.
Generales: aplican a toda la organización como ser el líder del sector, abrir nuevas sucursales o incrementar el número de colaboradores.
Específicos: contribuyen a cumplir el objetivo general. Son las acciones correspondientes a ciertos equipos y colaboradores como reducir el desperdicio de materiales de manufactura o incrementar la interacción en las redes sociales de la marca.
Es importante señalar que el tamaño de la organización o el sector donde opera son factores a considerar cuando se establecen los objetivos con base en el tiempo. Por ejemplo, para un emprendimiento o pyme hablar de metas a cinco años es riesgoso, ya que no existe una garantía de que en esa fecha el negocio continúe abierto.
Planear para cumplir con los objetivos
Cuando se tiene la mejor definición y detalle de los objetivos es posible crear un plan estratégico para cumplirlos. Dependiendo del tamaño del negocio, la planeación será diferente tomando en cuenta los recursos que se tienen y la jerarquización de los objetivos.
Estas son algunas recomendaciones generales y fáciles de implementar por cualquier organización:
Comunicar las decisiones importantes: son el origen de las acciones a realizar y a la corrección de actividades para orientarlas a otro propósito.
Alinear a los equipos: cada departamento tendrá sus objetivos propios, pero todos deben sumar a cumplir con el objetivo general de la empresa.
Establecer prioridades: los recursos de un negocio son limitados y por tal tienen que enfocarse primero en tareas que sean de gran importancia y que signifiquen un mayor impacto a las ganancias comerciales.
Realizar evaluaciones periódicas: así se corrigen las acciones a tiempo. Una manera de hacerlo es definir los KPIs (Key Performance Indicator) de cada área y revisar si se logran alcanzar.
Apoyarse en las herramientas digitales: Con una app de productividad o software de administración de empresas se tiene la información a la mano y con mayor rapidez para la toma de decisiones.
Cómo aumentar el compromiso laboral con los objetivos personales
Para incrementar el sentido de satisfacción y compromiso de un colaborador con la organización se pueden unir sus objetivos personales a los de la empresa. Así, la relación entre ambas partes es más fructífera y duradera ya que buscan los mismos resultados.
A continuación, tres formas de alinear los objetivos de un colaborador y la organización:
Escuchar y entender las necesidades del colaborador: si busca más remuneración, entonces comprenderá que si el objetivo general es aumentar las ventas, esto se traducirá en un mejor puesto y salario para todos.
Compartir el propósito y valores de la empresa: la misión de un negocio es aspiracional y el colaborador puede identificarse con ella siempre y cuando sea positiva.
Fortalecer las habilidades de los colaboradores: un objetivo personal muy común es tener un mejor puesto y más responsabilidades. Con la adecuada mentoría, herramientas y habilidades, un empleado puede crecer dentro de la organización y cumplir con las metas específicas y generales.
Una de las herramientas que han mostrado su efectividad para el crecimiento personal y profesional de una persona es el dominio de otro idioma. Aumenta la confianza y alcance de las actividades de un colaborador e impulsa el crecimiento del negocio a nuevos mercados y clientes.
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