¿Cómo enseñar inglés a los niños? Consulta los principales métodos
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Enseñar otro idioma a un niño puede parecer una tarea desalentadora al principio, pero debe saber que en realidad puede ser más fácil que aprenderlo como adulto.
Esto se debe principalmente a que los niños todavía están formando su cerebro y, por lo tanto, son capaces de aprender muchas cosas.
En este artículo hablaremos de cómo enseñar inglés a los niños y de las principales técnicas que puedes utilizar para que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea aún más fácil.
¿Cómo enseñar inglés a los niños? Descubre los principales métodos
Con todo tan conectado en el mundo, muchos niños ya suelen conocer palabras en inglés y, por lo tanto, se sienten atraídos por aprender otro idioma, aunque todavía estén aprendiendo su lengua materna.
Sin embargo, enseñar a los niños puede ser una tarea difícil cuando no conocemos los métodos más adecuados en función de las diferentes situaciones; al fin y al cabo, todos somos diferentes y, por tanto, la forma de aprender también lo será.
Debemos ser conscientes de que entre los 0 y los 5 años los niños aprenderán muchas cosas que llevarán consigo el resto de su vida, por lo que debemos aprovechar al máximo este valioso tiempo.
A continuación te muestro los principales métodos para enseñar inglés a los niños.
Técnica de inmersión para niños
La inmersión es una de las metodologías más interesantes para enseñar inglés a los niños. Principalmente porque tendemos a aprender más cuando vemos y oímos otro idioma en todas partes.
Así que esto se aplica a vídeos, canciones e incluso a matricular a los niños en escuelas de idiomas desde el principio. Cuanto más contacto tengan con el inglés a lo largo del día, más fácil les resultará comprender situaciones más complejas.
La inmersión es uno de los métodos más eficaces porque los niños empiezan a comprender patrones, por ejemplo: qué palabras van juntas, se darán cuenta de que «do» va antes de las preguntas, el uso de «how», etc.
De forma práctica, puedes poner letreros en inglés en los muebles, la comida y la ropa para que el niño siempre vea algo en inglés y no acabe olvidándolo.
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Método de la repetición
Este es uno de los métodos más comunes -y reconocidos- para aprender cualquier cosa. Y el inglés no es diferente.
Es posible que hayas visto a profesores de inglés diciendo el famoso «¡repite por favor!» o «¡repite conmigo!». Son palabras clave que los profesores utilizan para que los niños recuerden siempre que, en ese momento, hay que repetir hasta cansarse.
Sin embargo, es posible utilizar la repetición en una gran variedad de situaciones cotidianas. Por ejemplo, podemos emplear sencillas canciones infantiles para enseñar el abecedario, los números, las partes del cuerpo, ¡y un largo etcétera!
Sólo hay que tener cuidado de no caer en la monotonía, porque repetir lo mismo una y otra vez no siempre hace que la enseñanza sea suficientemente divertida, y como se trata de niños, es sumamente importante que la repetición tenga sentido y que ellos la disfruten de alguna manera.
La interactividad en la enseñanza del inglés a los niños
La interactividad va de la mano de la inmersión. La diferencia es que la inmersión no exige tanto del niño, mientras que la interactividad requiere que el niño sea el protagonista del proceso de aprendizaje.
Consiste en poner al niño en situaciones que le obliguen a pensar en inglés. Y es muy sencillo hacerlo: ¡sólo hay que preguntar!
A veces el niño no sabrá la respuesta, pero entonces seguro que se obliga a recordarla porque se convierte en un «reto personal».
Además, dibujos animados como la famosa Dora la Aventurera son ejemplos de interactividad. Del mismo modo, en casa o en el colegio, se pueden crear pequeñas situaciones sencillas en las que el adulto «olvida esa palabra» y el niño tiene que recordarla.
Otra forma de lograr la interactividad es acordar momentos para hablar en inglés. Por ejemplo, los padres pueden acordar con el niño que antes del desayuno todos digan los nombres de los alimentos en inglés. De esta forma, el niño repetirá las palabras y, al mismo tiempo, intentará recordarlas para un momento concreto.
Ventajas de enseñar inglés a los niños
De hecho, los niños aprenden mucho más rápido que los adultos y, por esta razón, enseñar inglés desde pequeños es una tarea que puede tener un impacto positivo en el futuro de los niños, incluso cuando aprenden las reglas gramaticales en portugués.
Es más, estudios científicos han demostrado que los niños que aprenden otro idioma a una edad temprana tienen mayores capacidades cognitivas, así como habilidades para la conversación social.
Y pensando en el futuro del niño, otro idioma le abrirá las puertas a muchas oportunidades. En un mundo globalizado como el nuestro, la posibilidad de ir de intercambio y viajar al extranjero es mayor, y cuando el niño ya sabe otro idioma, el deseo de viajar por estudios o trabajo también es mucho mayor.